Apocalipsis. 3:1617

"Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca."

Lo cultural/ideológico en manos explotadoras: manipula, mediatiza, limita y oprime hasta la total dominación.

martes, 14 de diciembre de 2010

LA BELLA Y ARROGANTE MARIA...FELIX

Autor: Armando Monasterios.
En la colección permanente de obras de la Galería de Arte Nacional de Venezuela, hay una foto muy buena de María Félix, la gran diva del cine mexicano; la actriz está montada sobre un caballo con la pose y el estilo que la acompañarían el resto de su vida; es la época de Doña Barbara y se ve imponente, dominando el Llano, tan bella y tan mandona. Del personaje de Rómulo Gallegos tomará el estilo, el porte, los ademanes de bruja y la fama de devoradora de hombres. En sus cincuenta años artísticos ( 1992 ) es homenajeada a lo grande en la cinemateca de México; reponen muchas de sus películas y presentan un libro con maravillosas fotos de la actriz.

En el año 1996 el director de cine André Techiné anuncia que dirigirá a María en una nueva película que significaría el regreso al cine de la estrella. Una película sobre su vida en París, sus muchos caballos, sus lujos, la reina de los hipódromos y su vida europea, claro está, como una reina, como debe ser y no como una india que era lo que temía le iban a dar como rol si se marchaba a Hollywood.
Luego sale definitiva, rotunda y niega todo eso de la película y que nunca más regresaría al cine, que eso se acabó. En una de sus últimas entrevistas dice que ha bajado a los infiernos y ha conversado con el Diablo, que ya no le tiene miedo a nada . Pero claro, entre diablos no se pueden pisar la cola o ¿ Acaso ella no fue Doña Diabla? Y es que María siempre fue genio y figura hasta la sepultura; O tal vez no, no hasta la sepultura; es curioso que despues de ser la mujer más bella del planeta fuera velada en capilla ardiente con el ataúd sellado; en compensación para sus seguidores había en la pared del fondo una gigantografía con su bello y juvenil rostro de los comienzos. A María le gustaba darselas de bruja, como en aquella ocasión que se presentó con un extraño collar que se movía y se movía porque adentro llevaba una tarántula. Algo cambió el rostro de María, el lógico paso de los años no lo hizo más amable sino más duro. Pero te seguimos recordando en aquellos soberbios primeros planos, en aquella magnífica canción de Agustín Lara y celebrando tus salidas y tu arrogancia, simplemente porque te amamos.

Autor: Armando Monasterios.

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