NUNCA MÁS EL RÍO REFLEJARÁ SU ROSTRO, SU PENACHO DE ALTAS PLUMAS.
ESTA VEZ LOS DIOSES NO HAN ESCUCHADO A SU MUJER, URQUÍA, QUE PEDÍA QUE NO LO TOCARAN LAS BALAS NI LAS ENFERMEDADES Y QUE NUNCA EL SUEÑO, HERMANO DE LA MUERTE, OLVIDARA DEVOLVERLO AL MUNDO AL FIN DE CADA NOCHE.
A BALAZOS LOS INVASORES DERRIBARON A GUAICAIPURÓ.
DESDE QUE LOS INDIOS LO HABÍAN ELEGIDO JEFE, NO HUBO TREGUA EN ESTE VALLE NI EN LA SERRANÍA DE ÁVILA. EN LA RECIÉN NACIDA CIUDAD DE CARACAS SE PERSIGNABAN AL DECIR EN VOZ BAJA, SU NOMBRE.
ANTE LA MUERTE Y SUS FUNCIONARIOS, EL ÚLTIMO DE LOS LIBRES HA CAIDO GRITANDO, ¡MÁTENME, LÍBRENSE DEL MIEDO!
lunes, 24 de mayo de 2010
GUAICAIPURÓ. LOS TEQUES, 1568.
Etiquetas: VENEZUELA, CINE, HISTORIA,EDUCACIÓN
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