En instantes, a un costado de La Catedral de la ciudad, disparos definitivos y tristemente eternos, de fusiles, interrumpirán la vida de Manuel Piar, General en Jefe y amigo de El Libertador Simón Bolívar, quien habrá perdido no solo a un soldado libertario sino admirado como militar, pero la Patria debe ser libre y para tal: UNIFICADA. Al menos tales propósitos fundamentan las luchas independentistas de siempre. No se puede perder la UNIDAD, no se puede tronchar el destino de América...deben ser libres los hombres, pues una vez conocida la libertad, si se la pierde: su ansia en el ser humano, resulta tan enorme que cualquier otra pérdida es tan efímera y microscópica como la propia vida.
Retumban los disparos ante la orden dada al pelotón.
Simón, Simón José Antonio de La Santísima Trinidad. Debió tragar muy fuerte al observar aquel ajusticiamiiento desde su ventana. Debió revivir mil recuertos de la muerte, que signó toda su vida habitualmente, en especial cuando veía el sacrificio de aquel hombre legendario.
16 de octubre de 1817: el General Manuel Píar ha muerto. Vencedor de, entre muchas batallas, en "El Juncal" y "san Félix", Piar, quien había sido detenido por orden del mismo Bolívar, sometido a juicio militar por insubordinación, conspiración y deserción, muere, siendo su cuerpo inhumado y enterrado en el Cementerio de El Cardonal (Ciudad de Angostura). Bolivar no le degradó como General en Jefe.
Finalmente la Jefatura Suprema se consolida en la persona del General Simón Bolívar.
16 de octubre de 1817: el General Manuel Píar ha muerto. Vencedor de, entre muchas batallas, en "El Juncal" y "san Félix", Piar, quien había sido detenido por orden del mismo Bolívar, sometido a juicio militar por insubordinación, conspiración y deserción, muere, siendo su cuerpo inhumado y enterrado en el Cementerio de El Cardonal (Ciudad de Angostura). Bolivar no le degradó como General en Jefe.
Finalmente la Jefatura Suprema se consolida en la persona del General Simón Bolívar.
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