Apocalipsis. 3:1617

"Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca."

Lo cultural/ideológico en manos explotadoras: manipula, mediatiza, limita y oprime hasta la total dominación.

domingo, 6 de febrero de 2011

7 de febrero 2011: Simón Bolívar, Tito Salas y un niño con su álbum de barajitas.Venezuela.

Autor: Manuel Boffil Bello


La 1ª línea estratégica: De la cultura capitalista a la militancia socialista.
A mi modo de ver esta es la línea de acción política más complicada para desarrollar su aplicación por cuanto se trata de transformar la cultura con que nacimos, crecimos y que se ha metido entre nosotros (adentro, en nuestras conciencias) y se manifiesta en el día a día, en cada uno de nuestros procederes.
Ana Elisa Osorio (PSUV)


El araguaney o árbol de Ipé amarillo
(árbol nacional de Venezuela).

Era en Caripito, rodeado de un paraíso siempre verde como ojos de la mujer aquella  insospechada, inundado por la hermosura de tanto brillar de araguaney, acacia y mangos de dulces colores en un campo "staff" petrolero (segregación planificada de clases sociales,   ausencia cotidiana  de la realidad social circundante). Mi existencia era muy joven, casi infantil creo, cuando revisé infinitas veces una de mis secretas posesiones más preciadas (aprendiendo a acumular bienes materiales): un montón de "barajitas" o "cromos" coleccionables (aprendiendo el consumismo) que  iba adhiriendo a un álbum (ritual repetitivo de apropiación), usando "goma" (un pegamento líquido traslúcido) contenida en un frasquito "mágico", cuya tapa servía como suave dispensador...hecho de caucho, del color de la "borra" que traían los lápices Mongol en un extremo. Pegaba cariñosa y dedicadamente cada barajita a mi álbum y entre más compraba (compra compulsiva infantil/juvenil inducida/manipulada por moda) y más lo hacía, más me hablaban ellas del más grande héroe de mi universo casi infantil:  el único mundo imaginario posible y real de entonces, aprovechado por la empresa editorial y distribuidora . Ellas  me  contaban,  confidencialmente,  cosas  que  ningún  otro  niño -y mucho menos las niñas, pensaba- escondían en su memoria visual tantas imágenes como yo atesoraba (brega por la posesión) acerca de SIMÓN JOSÉ ANTONIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD: El Libertador Simón Bolívar, luchador insigne y valiente, a quien vi mil cien veces peleando en el abordaje al bergantín "El Intrépido" a pleno mar abierto, junto a sus arrojados hombres, entonces compañeros de mis imaginarias aventuras marinas. (A excepción de las obras de Tito Salas, difusoras de la venezolanidad, el americanismo y la libertad de los Pueblos, el álbum plantea la utilización del héroe Bolívar como objeto de consumo a cambio de ser premiado por el logro, sin más ninguna información razonada -intencionalmente-, a diferencia de los superhéroes de los "comics", etc., que son desarrollados para transmitir valores relativos a intereses específicos predeterminados por el Gran Capital de las sociedades de consumo).
"Expedición de Los Cayos". Autor: Tito Salas
en: Casa natal del Libertador Simón Bolívar,
Caracas Venezuela.


También admiré a Jean Laffitte, confundiéndolo -menos mal, onomatopéyicamente- una vez con Laffayette, lo cual me fue aclarado por el Papá más maravilloso del mundo, quien también era Marino (con mayúscula) y me permitía "hacerme el loco" cuando él me corregía dulcemente los detalles, haciendo las veces de mi "remolcador" conduciendo mi barco/su barco, hacia una amable y dosificada realidad en mis soñadas aventuras. (Él, sabiendo acerca del imaginario infantil, sin pretender romper sueños, explicaba  razonadamente y conversabamos del por qué de sus ideas/palabras, a diferencia de los álbumes de comunicación/inducción unilateral). 

Barco en Rio San Juan, Caripito. Estado Monagas
 Todo este hurgar en mis primeros recuerdos sobre Simón Bolívar viene al caso debido a un comentario de mi Madre. Ella, durante una tarde de esas, de conversaciones políticas entre familiares y amistades, me preguntó intrigada: ¿De donde te viene a ti tanta admiración...y tanta cosa por Bolívar? Resulta que alguien del grupo había ofendido la memoria de El Libertador, es más se habían "metido" hasta con el Mariscal Sucre y, siendo que: "los amigos de mis amigos son mis amigos y sus enemigos lo son míos", reaccioné musitando un "...siendo apenas niño grande ya era bolivariano" y recordé a Tito Salas, su obra pictórica. Con el tiempo lo demás vino por añadidura, mediante el ejemplo del Héroe Simón varias veces leido y...la intelectualmente mal mentada "sensibilidad social" (amor al nuestro Pueblo más desposeído, como a uno mism@), de allí en adelante comenzaron a pintarse con atomizador de sangre de colores mis paredes -también en aquel lejano Caripito- con el rostro de la recordada revolucionaria eterna: Livia Gouverneur.  Allí supe de la ella inexistente, allí la conocí. Llegué tarde a su lucha, era un muchacho y ya había sido sembrada como flor que, hoy en mil flores, llena esta la tierra de ella/nuestra. Supe entonces que las "niñas" también arriesgaban y entregaban su vida por ideales revolucionarios. Entendí en mi ingenuidad que habían quienes asesinaban seres humanos(as) por ser revolucionarios...y seguí buscando sin álbum alguno.


Camarada Livia Margarita Gouverneur Camero
Caracas. Nacida: 1941- Caida: 1961
 
Bastó luego -otra vez el implacable tiempo- la muerte de un bebé, recién nacido y asesinado por su propia gente: la policía estatal, durante una invasión a terrenos merideños por gente-del-Pueblo-sin-casa, enviada a sacarlos de allí a gas, sangre y fuego por el miserable gobernador copeyeco de entonces: Germán Briceño Ferrigni.


Allí se accionó para siempre mi gatillo, desde abajo y frente a las nieves eternas, las del fiel mucuchíes, el perro "Nevado" de Bolívar. No hubo nunca más la posibilidad consciente de marcha atrás...si acaso un paso, para luego avanzar dos.

Parecido debió ser mi "viejo álbum"
Ya mi viejo y recordado álbum, ex-profeso o no, había cumplido un cometido: había sembrado otra semilla bolivariana, gracias (no voy a negarlo) a sus magníficas ilustraciones, algunas -por supuesto- fascímiles de muchas de las titánicas obras del enorme pintor venezolano Tito Salas (Británico Antonio Salas Díaz), difusor de la Historia Patria y de Bolívar, con sus obras en óleo, quien sí cumplió su cometido consciente de siembra de amor y venezolanidad, artista cuya imagen personal -por coincidencia- hallé un día en Internet.

Mi primera mirada al gigantesco pintor  Tito Salas ante El Libertador Simón Bolívar.
(Británico Antonio Salas Díaz: Tito Salas).
Nace en Caracas: 8 de mayo, 1887.
Muere en Caracas: 18 de marzo, 1974.

Fuente:  http://www.venezuelatuya.com/biografía/salas/htm
 Tito Salas, conocido pintor de temas históricos, en opinión de Arturo Uslar Pietri su virtud como artista plástico ha sido pintar para enseñar la historia. Su verdadero nombre era Británico Antonio Salas Díaz. Sus padre José Antonio Salas, fue uno de los primeros comerciantes que establecieron en Venezuela una industria cervecera. Los estudios de pintura los inició en la Academia de Bellas Artes de Caracas. Luego de obtener el primer lugar del certamen anual de dicha Academia (1901), viaja a París en 1905 para inscribirse en la Academia Julian donde tuvo como maestro a Jean Paul Laurens. Durante este tiempo asiste también a la escuela de La Grande Chaumière donde recibió clases de los pintores Lucien Simon, Courtois y Prinet. Ese mismo año, envía una obra al Salón Oficial de París. En 1906, obtuvo una medalla de oro por su composición La San Genaro. En este período viaja a Italia, donde es impactado por la obra de los pintores Tiépolo, Tintoretto, Tiziano, sobre todo, por el género histórico cultivado por estos maestros.

Entre 1907 y 1908, viaja a España, donde pinta una serie de obras basadas en la observación de escenas y costumbres del país. En 1908, obtiene la medalla de oro de la Exposición de Bruselas. Retorna a Venezuela en 1911 y trae consigo el tríptico de Simón Bolívar que se encuentra actualmente en el Palacio Federal. El historiador Vicente Lecuna, encargado de asesorar los trabajos de restauración de la Casa Natal de Bolívar, le encomienda a Tito Salas la labor de decorar los muros del inmueble con algunas escenas de la vida del Libertador (1913). En este lapso, Salas elabora entre otras, las siguientes pinturas: La emigración a Oriente, El Matrimonio de Bolívar y María Teresa, La Expedición de los Cayos, El terremoto de 1812. Una vez culminado su trabajo en la casa natal (1931), Salas recibe el encargo de los murales del Panteón Nacional, los cuales termina en 1942. Aunque su obra como pintor de temas históricos ha opacado su trabajo como paisajista, no se debe olvidar que Salas destaca entre los artistas que contribuyeron a desarrollar la tradición del arte moderno en Venezuela a partir de 1900. Hacia el fin de su vida, retirado en su casa colonial de Petare (Estado Miranda) trabajó intensamente en obras de mediano y pequeño formato. En 1970, poco antes de su muerte, Salas pintó para la residencia presidencial «La Casona», en Caracas, una obra titulada Los Causahabientes, que representa en un conjunto a los presidentes de la República de Venezuela que gobernaron durante el siglo XIX).



Hoy me toca afirmar que, con mi amigo "El Tiempo",  mi búsqueda de Bolívar es muy consciente ya, aunque sigo hallando individualidades,  quienes con la imágen saben difundir la VENEZOLANIDAD BOLIVARIANA, además del Pueblo que ya ha comenzado a ser una UNIDAD, no individual, sino cada vez más cercana a lo colectivo. Me acerqué más al Pueblo y a Zamora, y ahora a Marcos Evangelista Pérez Jiménez y su tiempo gracias al cine nacional y a personalidades como Román Chalbaud y Julio César Mármol (+), quienes al igual que a Tito Salas, coincidencialmente encontré el mismo día, esta vez no en Internet sino en el archivo de mi cámara. Hoy me tomo la libertad de publicar la foto habiéndole avisado a la hija de Mármol  y amiga "Mela" acerca de mi hallazgo, pues ella me agarró "fuera de base" al comentarme que su padre había fallecido. Fué poco despúes de esta foto, así que la publico para guardarla para otras y otros en "Google images". 

Román Chalbaud y Julio César Mármol
(durante el rodaje del film "Días de Poder")
fotografía: Manuel Boffil Bello


Hoy chamitas y chamitos de primero y segundo grados de Educación Primaria cuentan con el Proyecto Canaima, recibiendo sus computadoras portátiles alimentadas responsablemente (contenidos de textos e imágenes) por el Estado Bolivariano, pues los álbumes bien pueden llegar a distorsionar la historia que las escuelas no enseñaban y son publicaciones hechas con fines de lucro Al fin y al cabo aquí en nuestra República Bolivariana de Venezuela, la educación no pudieron privatizarla: es y seguirá siendo pública y gratuita.
Pudiese parecer contradictorio que lo diga ahora, después de tanto comentar acerca de toda la información lograda inicialmente de un álbum (pero aclaro: habiéndome sido -previamente-  inculcados valores por mis padres, además de su supervisión permanente), recordemos el planteamiento del prócer Guillermo Zulaga (el de la cria de vehículos rústicos Toyota encaletados para engorde), quien afirmó por su propio canal terrorista de tv, Globovisión, lo siguiente: "PUEDE QUE ESPECULEMOS (AL PUEBLO) PERO DAMOS FUENTES DE TRABAJO", (parecido al caso de los álbumes) sin embargo, para quienes aun dudan...debo finalmente insistir en que todo medio privado -sabido es por todos- como parte de LO CULTURAL/IDEOLOGICO EN MANOS EXPLOTADORAS: DISTORSIONA, MEDIATIZA, LIMITA Y OPRIME HASTA LA TOTAL DOMINACIÓN.

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